En el caso del horno o la placa de cocina, algunos modelos permiten programar el inicio de cocción, ajustar la temperatura desde una app o recibir avisos cuando el plato está listo. Esto puede ser útil para quienes cocinan con frecuencia o necesitan controlar el proceso mientras realizan otras tareas en casa. La posibilidad de supervisar todo desde el móvil añade un plus de comodidad.
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La integración con asistentes virtuales también puede hacer más fluido el uso de la cocina. Encender la campana extractora, controlar la iluminación o incluso consultar recetas mediante comandos de voz son funciones que se van extendiendo. Estas pequeñas automatizaciones no sustituyen la cocina tradicional, pero sí la complementan con herramientas que ahorran tiempo y aportan orden.
Por último, es importante considerar la compatibilidad entre dispositivos y marcas. Algunos ecosistemas tecnológicos ofrecen mayor flexibilidad que otros, permitiendo integrar productos de distintos fabricantes en una misma aplicación. Antes de hacer cualquier compra, revisar estas compatibilidades puede evitar problemas futuros. Con pasos graduales y decisiones bien informadas, es posible transformar la cocina en un espacio más cómodo, sin necesidad de hacer grandes reformas.
